viernes, 4 de febrero de 2011

Reminiscencia.

Estoy viajando hacía un mundo desconocido
donde las almas son evidencia de todo lo que nos rodea,
Las personas se van enterando que podemos pensar en un mañana
y eso sin nombrar el desierto interminable que hay que caminar y lastimarse los pies.

A veces es bueno lastimarse.
Las cosas se aprenden tarde o temprano.
Los espíritus silenciosos ríen y lloran, pero no se detienen, se divierten.
Atravesar el desierto y llegar a un bosque.
Donde no se escuche nada.
Donde la visión lo diga todo.
Donde la amargura nos deje en paz.
Donde la codicia sólo es enemiga.
Donde renacemos con nuestro espíritu.
Y finalmente, donde los sueños se conviertan en creencias.

Si nos reflejamos en el agua, entonces no podemos decir que estamos muertos.
El reflejo en el agua es nuestra máscara que esconde nuestra verdadera realidad.
Si tocamos el agua, empezamos a vibrar.
Por qué no vibramos cuando nos tocan a nosotros entonces?
Y quién diría que no aprendimos a volar?.


Despierten y vean, o no nos encontrarán.