domingo, 6 de marzo de 2011

Un breve descargo.

A travéz de mi persepción, ahogo mis latidos como lágrimas en un bosque frío cubierto de nieve, capaz de apagar la obscura melancolía que guarda mi reminisencia en alguna parte de mi corazón.

Mi perspeción realiza todos los procesos mencionados, gracias a que siempre estás ahi conmigo para vivir, disfrutar, abrazar, amar y soñar.
La belleza de la lluvia no es más que una comparación mediocre hacía tu dulzura y a cada sentimiento guardado en cada letra de tus palabras las atesoro como si fuesen castillos de cristal, emergiendo de las profundidades de mi humilde amor.

Sólo vos, podés crear tales cosas en mi.
Sólo vos, podés especular mis fantasías.
Sólo vos, podés eliminar mi reminisencia.

Y por sobre todas las cosas...

Sólo vos, podés ser dueña de mi corazón.


Gracías amada mia, te amo con toda mi alma.